El aceite de oliva es nuestro compañero en el día a día. Ya sea para platos fríos o calientes, su uso nos ayuda a potenciar nuestros platos a la vez de tener beneficios para la salud. Aunque hay que tener en cuenta los diferentes sabores del aceite de oliva para encontrar el matiz que buscamos en nuestras elaboraciones.
Cada variedad, proceso de elaboración y momento de recolección afectan directamente en las características del producto final como su textura, matiz, color y sabor.
Si alguna vez te has preguntado por qué algunos aceites pican un poco en la garganta o por qué otros tienen un aroma suave y dulce, en esta entrada comentamos sobre los diferentes sabores del aceite de oliva y cómo diferenciarlos.
Frutado verde
Este sabor nos puede recordar a la hierba recién cortada, a las hojas de olivo o a frutas verdes como la manzana o el plátano verde y suele reconocerse en aceites elaborados durante el inicio de la campaña, cuando las aceitunas no han madurado del todo.
Podemos identificar un ligero amargor, un poco picante al final y un aporte fresco y vivo a nuestros platos.
Se utiliza principalmente en ensaladas, tostadas con tomate o platos a los que se les quiere realzar con un toque de frescura.

Frutado maduro
En este caso, las aceitunas ya tienen un estado de maduración más avanzado, los aromas se vuelven más dulces, teniendo incluso notas de frutos secos como el de la almendra.
Este aceite es ideal para pescados, repostería, mayonesas y preparaciones suaves donde el aceite de oliva no es el protagonista, pero sirve para hacer un conjunto redondo.
Se caracteriza por no tener un amargor marcado y por ser muy agradable en todos los paladares por su suavidad.
Picante y amargo
Estos matices no son defectos; su presencia nos habla de un aceite rico en antioxidantes naturales, como los polifenoles. Estas características son propias de aceites jóvenes y de variedades como la picual.
Cuando tomamos este aceite identificaremos amargor en la lengua, picor en la garganta unos segundos después y una gran intensidad de sabor que se notará en toda la boca. Es por eso que se suele usar en platos contundente como guisos, carnes rojas o verduras a la plancha.
Notas exóticas
En algunas variedades y zonas de cultivo podemos encontrar matices únicos y que nos pueden recordar a distintos alimentos:
- Dulzor con un punto vegetal, típico de aceites del sur de España y que nos hacen pensar en las higueras.
- Frescor amargo, muy apreciado en la cata profesional, similar a la alcachofa.
- Frescura mediterránea, ideal para platos de pasta o pizza, relacionándolo con el tomate o la tomatera.

Cómo apreciar mejor los sabores
Para degustar todo lo que el aceite de oliva nos ofrece, lo ideal es probarlo solo, a temperatura ambiente y en un pequeño vaso. Cúbrelo con la mano para que se temple, huele profundamente y luego sorbe un poco de aire junto con el aceite para liberar los aromas en boca.
Como conclusión, el aceite de oliva es mucho más que “suave” o “fuerte”. Hay un universo de matices que hablan de su origen, su variedad y su elaboración; y descubrir sus sabores puede abrirnos las puertas a experiencias culinarias más conscientes.
Si quieres probar los matices de nuestro aceite de oliva virgen extra, podrás adquirirlo a través de nuestra web y puedes seguirnos en Instagram y Facebook para mantenerte siempre informado. También puedes llamarnos al 634 201 981. ¡Nos vemos pronto!